Los alumnos de cuarto se llevan muy mal. Su relación se basa en discriminarse, maltratarse y faltarse el respeto.
Será gracias a la irrupción de un villano que planea destruir la escuela -y también a la incompetencia de un superhéroe novato- que Nacho, Martina, Adrián y Sofía tendrán que aprender a valorarse y a dejar sus diferencias de lado para salvar el colegio.