Los quince relatos que componen “Dublineses” son, probablemente, la mejor puerta de entrada al universo Joyce. Hilvanados con maestría para crear uno de los libros de relatos más unitarios y perfectos de la historia de la literatura, en ellos se despliega la mitología personal de Joyce sobre Dublín que culminará en el “Ulises”. Sus páginas son el retrato de una afección del alma humana tan extendida ahora como cuando el libro vio la luz en 1914: la parálisis de voluntad que impide vivir una vida original, libre e independiente, y que impulsa a las personas a refugiarse en todo tipo de abusos, inercias y melancolías.
Traducción de Eduardo Chamorro