Un fantasy de una de las autoras nacionales más prometedoras, con la imaginería y la mitología propias de las grandes sagas del género
Él tiene un don. Ella está maldita. Los humanos acechan, y una diosa exige venganza.
Selene no es una diosa paciente. Creó a los licántropos para proteger los bosques y, cuando estos fallan, abandona el firmamento y les arrebata la luna, la fuerza y la magia. Debilitados, los licántropos saben que el ataque de los humanos es inminente. Los ancestros guían al nuevo vidente, Néstor, hacía su última esperanza: debe de emprender un viaje para despertar a Ferner, uno de los primeros licántropos, que prometió regresar para una última batalla.
Sierra, demasiado furiosa para saber ser prudente, ofende a la diosa y es castigada: Selene la hace humana, y hace que toda su tribu la olvide. Sin familia, sin identidad y sin nadie que recuerde quién era, Sierra decide acompañar a Néstor en su viaje. Si pierde la vida defendiéndole, al menos le habrá dado un sentido.
El tiempo se acaba. Las amenazas se multiplican. Los dioses están inquietos, y los humanos no están solos.