El señor Bingley es un asesino. Al menos, de eso lo han acusado, aunque Lizzie Bennet se niega a creerlo. ¡Es perfecto! A ver, no es que se alegre de la tragedia, pero si demuestra la inocencia de Bingley, probará, además, que es digna de formar parte del bufete de su padre. ¡Por fin!
Por desgracia, Bingley ya tiene abogado, un tipo insufrible llamado Darcy. Como Lizzie no piensa darse por vencida, se resigna a colaborar con él para resolver el caso. Y más vale que lo logren pronto, porque un asesino anda suelto, y ellos podrían convertirse en sus siguientes víctimas.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.