La cuestión ética en la teología moral del Medievo mediante a reflexión de Anselmo y Abelardo sobre cómo el hombre se sitúa consciente y libre en el marco de lo divino pensado y del orden ideal: éste será el punto nuclear del debate ético. Se trata de la relación entre la conciencia y la ley, entre la rectitud de intención y la normal moral objetiva. La Ética o Conócete a ti mismo es la obra básica de moral de Aberlardo. El autor va derecho al problema central de la moral: “el del fundamento de la moralidad de los actos humanos”. La moral de Abelardo es una moral de la intención. No es la acción la que cuenta, sino la intención, una intención buena, no aparente. Es necesario que el hombre no se engañe creyendo que el fin al que tiende es grato a Dios. La pura formalidad de la moral abelardiana, en la que algunos han visto la “buena voluntad kantiana”, se basa en el ámbito de las relaciones íntimas del alma con Dios.
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