Inspirados muy probablemente en recuerdos o experiencias provenientes del viaje que realizara Stefan Zweig a la India en 1910, los relatos reunidos en este volumen suponen una rareza, si bien brillante, en la ambientación habitual en las piezas escritas por el autor. Situado en la antigua India, “Los ojos del hermano eterno” relata una historia de compasión y autoconocimiento en la que se pueden percibir las huellas de la ancestral sabiduría oriental. La acción de “Amok”, situada en su mayor parte en la Indonesia de la época, gira en torno a la obsesión de un médico alemán allí radicado por una mujer europea que, en tan exótico lugar, irrumpe en su solitaria existencia para imprimirle un giro decisivo.
Traducción de Eduardo Gil Bera