Con carácter general, el capital riesgo puede definirse como una actividad financiera que proporciona recursos a medio y largo plazo, sin vocación de permanencia ilimitada, a empresas que tienen dificultad para acceder a otras fuentes de financiación, como el mercado de valores o el crédito bancario.
En definitiva, nos encontramos ante una actividad financiera que se concreta en:
– Inversiones temporales en empresas de pequeña o mediana dimensión con el objetivo de potenciarlas y proceder posteriormente a su desinversión, a medio o largo plazo, con el fin de materializar la plusvalía que, en su caso, hubiera podido generarse.
– La concesión de préstamos participativos y otras formas de financiación y la prestación de servicios de asesoramiento relacionados con la actividad propia de las entidades de capital riesgo.
Los beneficios que esta industria puede aportar a las empresas hacen que resulte conveniente realizar una aproximación a esta desde distintas perspectivas. Así, esta obra tiene por objeto estudiar la industria del capital riesgo desde tres prismas fundamentales:
– El histórico.
– El económico-financiero.
– El jurídico.
Se abordan en primer lugar las distintas actividades y operaciones implementadas por los operadores de capital riesgo. A continuación, se realiza un repaso de la evolución histórica, jurídica y económica del sector, deteniéndose en cada uno de los ciclos expansivos y de crisis que ha atravesado, para concluir realizando un análisis crítico y a su vez constructivo del papel relevante que tiene el capital riesgo en la actividad empresarial y económica.
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