驴La toma de Barbastro, en 1064, fue un ensayo de lo que ser铆an las Cruzadas o solo un episodio m谩s de la Reconquista?
Primavera de 1064, un ej茅rcito cristiano cruza los Pirineos en ayuda del joven rey Sancho Ram铆rez I de Arag贸n tras la muerte de su padre, Ramiro I, ca铆do un a帽o antes en la toma de Graus. Es un ej茅rcito “internacional”, formado por varios millares de hombres de armas de los distintos ducados y condados del este y sur de Francia, y del norte de Italia. Han formado este ej茅rcito ante la llamada de obispos, abades como el de Cluny y del propio papa Alejandro II que ven que el Reino de Arag贸n queda amenazado con la muerte de Ramiro I, lo que a su vez es un peligro para la cristiandad. Unidos a las huestes del Reino de Arag贸n, librando una cruenta batalla, toman Barbastro en 1064. La inusual crueldad empleada hasta el momento con los vencidos recuerda lo que ser谩 la toma de Jerusal茅n en 1099. La reacci贸n no se va a hacer esperar: ante esta “guerra santa”, los musulmanes, pese a estar divididos en reinos de taifas tras la ca铆da del califato de C贸rdoba en 1031, invocando la “yihad” y encabezados por el emir de Zaragoza, iniciar谩n el contraataque para recuperar Barbastro.
Como hiciera Georges Duby en “El domingo de Bouvines”, los autores utilizan este hecho de armas para estudiar el contexto de toda la 茅poca en que tuvo lugar, con toda su complejidad: sus estructuras pol铆ticas, sociales, religiosas y culturales, las alianzas feudales en las que a veces la religi贸n no era un obst谩culo, las sensibilidades de aquel periodo. Sensibilidades a veces contradictorias en las que se mezclan el sentimiento de ser portadores de una misi贸n cristiana, en el caso de algunos nobles, y el del simple 谩nimo de combatir para conquistar un bot铆n, en el caso de otros; mientras que la poblaci贸n en general tiene ideas un tanto vagas de lo que es el Islam y los musulmanes.