A Bel茅n, cuando era adolescente, su familia la llev贸 al m茅dico porque ten铆a ansiedad con facilidad, porque era diferente, porque ten铆a una manera distinta de afrontar la realidad, porque se hac铆a preguntas que no parec铆an normales para su edad, porque tal vez se agobiaba demasiado. Les recetaron benzodiacepinas. Una droga legal.
Fue as铆 como, por prescripci贸n m茅dica, con el benepl谩cito familiar, con el convencimiento de que estaban ayud谩ndola y la confianza ciega en los m茅dicos, se convirti贸 en adicta y como transit贸 toda su adolescencia marcada por el consumo hasta que, ella misma, comprendi贸 un d铆a, despu茅s de un intento de suicidio, que todo aquello no era normal. Que quiz谩 no era la soluci贸n, que posiblemente esas pastillas eran el problema.
Este libro, narrado en primera persona con una prosa limp铆sima, y abierta como Bel茅n, que mantiene intacta su inocencia, su mirada clara, y sobrecoge y sorprende por lo descarnado de sus vivencias, por c贸mo se puede normalizar una adicci贸n que se mantiene 芦oculta禄, dentro de los llamados cauces legales, y por lo sobrecogedor que resulta darse cuenta en primera persona del problema y el largo camino que entra帽a salir de ese vac铆o interior que la manten铆a adormecida, ajena a la vida, a trav茅s de un rosario de internamientos y duras experiencias en centros de rehabilitaci贸n en los que lo m谩s dif铆cil, quiz谩, sea la convivencia y el reconocer los propios errores antes que el desengancharse de las sustancias.
Pero lo m谩s maravilloso de este libro, lo m谩s sorprendente, lo m谩s esperanzador e ilusionante, lo que hace de esta lectura una experiencia inolvidable es la serenidad, incluso la dulzura con la que Bel茅n lo narra todo, desde el momento presente, libre de su adicci贸n y con una madurez que sorprende en alguien de su edad.
‘Adicta’, es un ejemplo de resiliencia, es un libro inolvidable.
