Virginia Woolf (1882-1941) encontró en la amalgama de sentimientos, pensamientos y emociones que es la subjetividad el material idóneo para alumbrar su obra literaria. Basada en los recuerdos infantiles de los veranos que la autora pasó en la costa de Cornualles y centrada en la figura de una mujer, la señora Ramsay, “Al faro” (1927) gira en torno al tema de la inexorabilidad del paso del tiempo y a la contraposición entre el orden y el caos.
Traducción de José Luis López Muñoz