Esta ciudad es una locura, llena de gente, personajes peculiares, animalillos curiosos, una ciudad que nunca duerme y que, con las prisas, se ha construido con algunos elementos fuera de lugar o equivocados: un enorme paraguas que hace las veces de palmera, unas señales de tráfico con los textos del revés, un bombero lleva un casco de otra época… El ayuntamiento ha encargado a uno de sus inspectores que los localice, y esta va a ser una de las tareas de nuestros lectores. Su otra misión será encontrar en cada lámina diez elementos característicos de los distintos entornos de una gran ciudad y que se ilustran a lo largo del libro: una gran estación central, un parque de bomberos, un paseo junto al río, la plaza mayor, una biblioteca, un museo…
Con esta fórmula, los niños aprenderán a concentrarse, prestar atención, memorizar y ubicar distintos elementos de cada entorno urbano, con lo que se trabajan distintas habilidades. Ciertas licencias «narrativas» les permitirán, asimismo, trabajar la imaginación, sin perder en ningún momento el sentido del humor, que queda reflejado en las distintas escenas y personajes de cada lámina.
Un libro que supone todo un reto y que los niños no querrán dejar hasta conseguir el objetivo final.