“LUCES EXTRAÑAS Y HERMOSAS”
Acaso lo que transmiten algunos de los paisajes es una particular sensibilidad contemplativa, un deseo de (re)encontrar ahí serenidad o, para no evitar la palabra crucial, belleza.
José María Mellado es uno de los fotógrafos españoles que ha construido con mayor intensidad esa experiencia visual de la belleza natural; conviene tener presente que hablo de “construcción” porque este artista emplea magistralmente la tecnología digital para conseguir el paisaje que, literalmente, desea. “Intervengo -dice el creador- en la luz de la imagen, en el estilo más tradicional del laboratorio para recuperar la emoción y la atmósfera del momento”.
Mellado domina las luces y las nubes; envuelve sus paisajes con colores grises, como si quisiera sugerir que algo está a punto de suceder, que las promesas de lluvia se cumplirán. En sus carreteras vacías, sus mares y ríos embravecidos, en las fábricas de presencia imponente o las visiones de ciudad, se transmite una mezcla de intensa poesía y, al mismo tiempo, de extraña irrealidad. No hay aquí documentalismo, ni anécdota, sino un afán en convertir el afuera en el territorio para la ensoñación.
En buena medida, Mellado ejemplifica, a la perfección, aquella idea de Paul Klee de que el arte no reproduce lo visible, sino que “más bien lo hace visible”.