Todo arte creativo emplea ciertos patrones de diseño que garantizan su éxito. Cuando esos patrones llevan un tiempo funcionando se ordenan en una metodología. Y si esa metodología no tiene fisuras, el arte se convierte en ciencia.
Hasta ahora se ha considerado que la buena comunicación tenía más que ver con el arte que con la ciencia. Diversos guionistas, oradores, comunicadores, literatos, periodistas, publicistas, ‘storytellers’, diseñadores de marketing o branding, coach, etc. han tratado de mejorar su técnica de comunicación basándose en su buen hacer y entender. Pero, ¿y si logramos cientificar la comunicación?
El diseño narrativo es más que un método. Es un cambio de paradigma. Mediante él podremos diseñar cualquier comunicación, desde la explicación de un balance hasta una novela, desde un ‘storytelling’ hasta un ‘pitch elevator’. Aprenderemos cómo medir nuestra comunicación, estructurarla, pivotar cuando sea necesario, narrarla y motivar a nuestros usuarios hasta convertirlos en fans.
El diseño narrativo es psicología, narratología e ingeniería al servicio de una sola cosa: comunicar de forma científica.