¡Brontosauros! ¡Spinosauros! ¡Tyranosauros! Terribles animales llenos de cuernos y con unos dientes inmensos… Pero que no te dan miedo porque sabes que ya no existen. ¿Y si un día te encuentras en la nevera un huevo de dinosaurio en vez de uno de gallina? Algo parecido le ocurrió al tío Braulio en este ingenioso y divertido cuento de Juan Muñoz.
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