Perteneciente a la generación posterior a la de los grandes titanes Dostoyevski y Tolstói, amigo de este último, de Chéjov y de Gorki, de quien fue maestro, Vladímir Korolenko (1853-1921) mantuvo durante toda su existencia una rigurosa actitud ética que dio con él varias veces en Siberia y un talante humanitario que lo llevó a ser conocido como “la conciencia del pueblo ruso”. En su literatura, esta veta se aúna con una belleza y sensibilidad fuera de lo corriente, así como con una sutil percepción de la psicología humana. Obra delicada y magistral, “El músico ciego” toma como hilo conductor la existencia de Piotrus, invidente de nacimiento, para regalarnos un retrato asombroso de la sensibilidad de los seres discapacitados, del prodigio de su apertura a la existencia y del poder del instinto de superación del ser humano, que lleva al protagonista a conseguir una vida plena.
Traducción y presentación de Ricardo San Vicente