Henry James es el escritor de la conciencia individual, de los muchos matices de la subjetividad. Con él la novela se interioriza, la acción exterior pierde importancia en favor de los pensamientos o de los sentimientos de los personajes. El mundo exterior se nos presenta filtrado a través de la subjetividad de éstos. La ficción de Henry James se ve impulsada desde un principio por el deseo de registrar la realidad en la medida en que afecta a una subjetividad concreta.
Isabel Archer parece estar a la búsqueda de una trayectoria vital propia, de una libertad y de una autonomía siempre amenazadas por las circunstancias. Desea encontrar un destino que la libere de cualquier objetivo que no sea la realización de su propia naturaleza. Se resiste a aceptar aquello que la sociedad, e incluso la ficción, insisten en que debe ser su papel. Pero Isabel Archer será también víctima de sus sueños e ideales románticos y de sus errores de interpretación.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.