Jen está acostumbrada a no conseguir lo que quiere…
Jen no quería dejar la ciudad. No quería irse a vivir a una granja con su madre y la nueva pareja de esta, Walter. No quería separarse de sus amigos y de su padre.
Y por si aprender todas esas tareas nuevas que le toca hacer en la granja no fuera suficiente, tiene que aguantar a Andy la perfecta. Además de limpiar el gallinero, aprender a tratar con los clientes en el mercado local y echar de menos todo lo que tenía en su antigua vida, Jen deberá enfrentarse a las inseguridades que le produce tener una familia nueva… y buscar su sitio en ella.
Y lo que menos quería de todo era tener dos «hermanas» nuevas.