Dijo alguien, y dijo bien, que «los que no conocen la historia están condenados a repetirla, y los que sí la conocen están condenados a ver cómo la historia se repite por culpa de los que no la conocen», y nosotros seguimos empeñados en que cada vez sean más los que la conozcan.
Sabemos que si la nariz de Cleopatra hubiera sido más corta la historia del mundo habría sido diferente, que Babilonia no fue otra cosa que un infinito juego de azares o que nunca podrán verse dinosaurios en un parque, pero desconocemos, por ejemplo, dónde fueron los albañiles la noche que terminaron la Muralla China. Así que, ya que todo lo que hacemos en la vida resuena en la eternidad, no contemplamos ni retirada, ni rendición y, si las flechas que lanzan nuestros enemigos tapan el sol, lucharemos a la sombra.
Sé que un solo esclavo se puede volver más poderoso que el emperador de Roma, pero es mejor emprender esta aventura acompañado, y lo voy a hacer con Xurxo, enorme ilustrador y gran amigo, que hará una conexión con el pasado para que podáis contemplar en vivo y en directo cómo era la Antigüedad.
Las palomitas son una opción, conocer la historia… tú mismo.