«La política, arte de realidades, no es un fumadero de opio». Esta conocida frase de Indalecio Prieto resume, de manera inmejorable, su idea de la acción política y es fiel exponente del pensamiento que lo acompañó toda su vida. Dicho de otra manera, Prieto defendió siempre una política para la realidad de España, para su reforma y su modernización, para la dignificación de la política y de sus instrumentos naturales -el Parlamento, los partidos y la opinión pública-, para los desposeídos y su mejora social, pero no lo hizo desde ningún presupuesto ideológico doctrinal socialista sino desde un pragmatismo político con muchas más raíces en el liberalismo, la democracia y el regeneracionismo que en un pensamiento socialista, más o menos ortodoxo.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.