El grupo humano al que se refiere esta obra, dice Pablo Pérez, reúne dos circunstancias que demandan la respuesta más generosa, más coordinada y más coherente posible con el reconocimiento o devolución de unos derechos violentados en el corto camino de la vida aún recorrido: son o pueden ser refugiados o acreedores de algún tipo de protección internacional, lo que presupone que han vivido situaciones de extrema dureza, y además esta situación se ha producido en un momento de máxima vulnerabilidad como es la infancia y la adolescencia. Parece necesario extremar los cuidados y los procedimientos desde el momento de las primeras entrevistas hasta su incorporación progresiva y satisfactoria a nuestra sociedad para que ésta pueda ser un lugar seguro capaz de ofrecerles una solución duradera.
El concepto “solidaridad de responsabilidades” -con el que los promotores de este libro responden a la situación de estos menores- presupone la aceptación y la valoración de nuestro encargo social, el esfuerzo por un desarrollo competente, el reconocimiento de otras competencias ajenas y de las propias limitaciones profesionales y, sobre todo, el compromiso de sumar capacidades y experiencias en un constante afán de mejora de la intervención debida a las personas más vulnerables. Podríamos hablar también de una comunidad de intervención que, consciente de la complejidad de la tarea, sólo se ve capaz de realizarla desde la complementariedad de miradas y de intervenciones. Frente a la competencia de competencias, proponemos la “solidaridad de responsabilidades”.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.