Quienes cuentan historias sobreviven, le dijo su madre a la protagonista un día que desapareció varias horas y la dejó sola en la casa de los páramos. Las historias dan sentido a un mundo desordenado, y Edith aprende a lidiar desde pequeña -a su pesar- con la arbitrariedad y la incertidumbre, con el caos de la mente de su madre, una escritora amnésica. Aprende también a trabajar la madera, a quemarla para volverla más resistente, según una ancestral técnica japonesa. Cuando llega la crisis, el abismo que se abre en el centro y lo devora todo, se recluye con su amante, pensándose a salvo en ese estudio aislado junto al río, y los primeros días del encierro tienen la intensidad de un sueño.
Sarah Hall, una de las mejores novelistas jóvenes del Reino Unido según la revista “Granta”, ha ganado en dos ocasiones el Premio Portico, y también ha sido galardonada con el Premio Betty Trask, el Premio Commonwealth a la primera novela, el Premio BBC de relato, el Premio John Llewellyn Rhys, el Premio E. M. Forster… “Madera quemada”, su sexta novela, es la historia de un amor confinado, una experiencia sublime y abrasadora, una elegía que ningún lector olvidará.