Aquel hombre, que pose铆a todo lo necesario, no era nada avaricioso. Por no tener no ten铆a ni demasiadas man铆as. Solo algunas cosas consegu铆an sacarlo de quicio: no soportaba el ruido, ni el excesivo silencio, ni el desorden… Por eso anduvo de ac谩 para all谩 buscando su casa perfecta.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La informaci贸n de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qu茅 secciones de la web encuentras m谩s interesantes y 煤tiles.