En los “Pensamientos” está presente la reflexión de Pascal sobre la condición humana y las relaciones de la misma con Dios. Aunque su meditación no es científica, sí lo es su constante referencia al modo de pensar. Su método y punto de partida es el corazón, y lo razonable consiste en apoyarse en él. Estudia lo que el llama “el hombre honesto”, que es aquel cuyo trato con los demás, con los objetos y con la vida no pierde nunca el sentido de la proporción. Este hombre no es el versado en la ciencia, sino el versado en lo humano. Los Pensamientos son sorprendentes y paradójicos, y la mejor expresión del clasicismo.
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