https://hablamosdelibros.es/producto/recursos-inhumanos/133576Recursos inhumanosA partir de los archivos de las SS y de los legajos derivados de la depuraci贸n que tuvo lugar despu茅s de 1945, Fabrice d'Almeida reconstruye las formas de gestionar los recursos humanos que Himmler y sus colaboradores pusieron en marcha, no s贸lo para que los verdugos pudieran cumplir con sus tareas, sino, sobre todo, para evitar que se aburrieran.
En Auschwitz, los guardianes no s贸lo exterminaron a hombres, mujeres y ni帽os, sino que tambi茅n mataron el tiempo. Los asesinos nazis disfrutaron de entretenimientos muy bien organizados, mientras que por las mismas fechas los vigilantes del Gulag viv铆an en condiciones que apenas eran mejores que las de los detenidos.
https://hablamosdelibros.es/wp-content/uploads/2023/09/LU00111701-600x889.jpg12.49instockCiencia historia y sociedadEconom铆a, pol铆tica, sociedad y actualidad00.000https://hablamosdelibros.es/wp-content/uploads/2023/09/LU00111701-300x300.jpg104883994101047819880910486312.490.000.002023-02-22T03:18:39+02:00
Recursos inhumanos
A partir de los archivos de las SS y de los legajos derivados de la depuraci贸n que tuvo lugar despu茅s de 1945, Fabrice d’Almeida reconstruye las formas de gestionar los recursos humanos que Himmler y sus colaboradores pusieron en marcha, no s贸lo para que los verdugos pudieran cumplir con sus tareas, sino, sobre todo, para evitar que se aburrieran.
En Auschwitz, los guardianes no s贸lo exterminaron a hombres, mujeres y ni帽os, sino que tambi茅n mataron el tiempo. Los asesinos nazis disfrutaron de entretenimientos muy bien organizados, mientras que por las mismas fechas los vigilantes del Gulag viv铆an en condiciones que apenas eran mejores que las de los detenidos.
A partir de los archivos de las SS y de los legajos derivados de la depuraci贸n que tuvo lugar despu茅s de 1945, Fabrice d’Almeida reconstruye las formas de gestionar los recursos humanos que Himmler y sus colaboradores pusieron en marcha, no s贸lo para que los verdugos pudieran cumplir con sus tareas, sino, sobre todo, para evitar que se aburrieran.
En Auschwitz, los guardianes no s贸lo exterminaron a hombres, mujeres y ni帽os, sino que tambi茅n mataron el tiempo. Los asesinos nazis disfrutaron de entretenimientos muy bien organizados, mientras que por las mismas fechas los vigilantes del Gulag viv铆an en condiciones que apenas eran mejores que las de los detenidos.
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