Las historias de Ballard tratan de nuestro tiempo, están situadas en una especie de “presente profético”, no las proyecta hacia el futuro; lo que le interesa es el futuro real que él veía próximo y que no ha perdido un ápice de su pertinencia. En la gran tradición de la ficción breve especulativa, Ballard es un maestro consumado de este género. Como él mismo explica: “Los relatos cortos siempre me han parecido importantes. Me gusta su idoneidad para tomar instantáneas, su capacidad para centrarse con intensidad en un solo tema”.
Este primer volumen de sus relatos completos reúne sus historias en el orden original de su publicación entre 1956 y 1964, precedidas de un prólogo del autor y de una introducción de Adam Thirlwell.