El quehacer profesional del psicólogo clínico implica dos procesos básicos:
– Una interacción entre personas.
– La aplicación de las técnicas psicológicas avaladas por su eficacia empíricamente.
En la bibliografía, el aspecto más técnico y específico ha sido ampliamente desarrollado. Pero no se puede decir lo mismo sobre el proceso de interacción personal, denominado habitualmente «relación terapéutica». Sin embargo, una adecuada relación terapéutica es imprescindible, y a veces la presencia de problemas en ella dificulta o impide el propio proceso terapéutico. Se espera que el psicólogo clínico, de forma intuitiva, tenga solución para estas situaciones, pero en muchas de ellas no hay directrices claras de acción o no ha sido entrenado para ello. Si la psicología clínica pretende ser una ciencia, ¿por qué debe dejarse la solución de algunos de estos problemas a la intuición personal de cada profesional?
Con el objetivo de superar esta situación, el presente manual trata de señalar directrices de actuación concretas para afrontar de forma específica muchos casos o situaciones difíciles en terapia. Se ha intentado hacer una obra esencialmente práctica para ayudar al psicólogo clínico, aunque también puede ser útil para otros profesionales de la salud.
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