A finales de 2006 había 28,4 millones de esclavos en el mundo, de los cuales 1,2 millones eran mujeres y niñas secuestradas, engañadas, seducidas o vendidas para ser prostituidas y que constituyen el eje de una de las empresas ilícitas más rentables del mundo. Siddharth Kara conoció los horrores de la esclavitud sexual en un campo de refugiados bosnio en 1995. Desde entonces ha viajado a numerosos países para investigar los mecanismos tanto económicos como culturales de este brutal negocio y dar testimonio de su devastador coste humano. Por primera vez, Kara cuantifica la magnitud, el crecimiento y la rentabilidad del tráfico sexual y de otras formas de esclavitud moderna, y aporta datos inéditos hasta el momento sobre los cuales basa una serie de propuestas encaminadas a la reducción y eliminación última de este ignominioso negocio. Su relato está apoyado, además, por estremecedores testimonios de víctimas, personal de centros de acogida, policías… y revela las espantosas condiciones de su explotación.
“Llevé a cabo más de 150 entrevistas con víctimas del tráfico sexual en burdeles y refugios. También mantuve 120 entrevistas con familias de víctimas, hombres que las habían comprado y trabajadores de ONG y de los refugios, policías encargados de combatir el tráfico, abogados, el propietario de un burdel y un traficante. Recorrí burdeles, salones de masajes, clubes de sexo para ver por mí mismo cómo funcionaba la industria. Viajé a aldeas y ciudades de las que procedían las víctimas para tratar de comprender las condiciones que dieron lugar a su explotación.”