En el circo Vladivostok, hace años que desaparecieron los animales de escena, aunque su olor acre y fantasmal permanece en la pista. Al acabar el verano cierra sus puertas, pero Anna, Nino y Anton se quedarán en el recinto desierto hasta la siguiente temporada mientras preparan un número para la competición internacional de Ulán-Udé, con el objetivo de realizar cuatro triples saltos mortales sin bajarse de la barra rusa. Si Anna no consigue confiar en sus porteadores al saltar, corre el riesgo de caer y no volver a levantarse jamás. La suya es una pasión no exenta de peligro.
Nacida en Corrèze en 1992, de padre francés y madre surcoreana, Élisa Shua Dusapin se cría entre París, Seúl y Porrentruy. Su primera novela, “Un invierno en Sokcho”, ganó numerosos premios, entre ellos el Robert Walser, el Alpha y el Régine Desforges, así como el Revelación de la SGDL, y fue traducida a seis idiomas. En esta tercera novela, Élisa Shua Dusapin invoca su arte del silencio, la tensión y la dulzura con imágenes que nos hacen más visible el mundo sin traicionar su secreto.