Simón Bolívar y el bolivarismo, ¿tienen algo que ver con la revolución bolivariana y los movimientos afines en la actual Sudamérica? ¿Es posible concluir, como han hecho reiteradamente muchos académicos y políticos como Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y sus múltiples seguidores o aliados repartidos por toda la región e incluso más allá, que Bolívar fue el gran precursor de la integración latinoamericana?
Más allá de los esfuerzos de sus epígonos, resulta difícil sintetizar una esencia única del pensamiento bolivariano. Como le pasa a cualquier persona, las ideas de Simón Bolívar fueron evolucionando a través del tiempo, y más en los momentos difíciles y complicados que le tocaron vivir. Bolívar fue un militar, un hombre de acción y un político más que un filósofo o un intelectual y por eso muchas de sus respuestas fueron coyunturales. Buscaba la mejor respuesta a cada situación y para ello debía adaptarlas a las circunstancias. De ahí que ante desafíos cambiantes el Libertador diera respuestas también cambiantes. No se trata, como se dice, de identificar la existencia de un Bolívar conservador y otro revolucionario, sino de encontrarnos con un mismo personaje que en circunstancias diferentes adaptaba o modificaba sus posiciones a los estímulos circundantes.
En “El sueño de Bolívar y la manipulación bolivariana”, Carlos Malamud estudia el pensamiento de Bolívar, especialmente su idea sobre la unidad americana, y cómo ha sido falsificado a lo largo del siglo XX por intereses políticos la figura del libertador de América. Sobre todo, en el caso de la llamada revolución bolivariana que ha revestido a Bolívar de una serie de atributos políticos e ideológicos extemporáneos para poder convertirlo en el máximo profeta de la integración latinoamericana, del socialismo del siglo XXI y de la segunda independencia contra Estados Unidos.