Daniel Drac nació en una pequeña isla del Mediterráneo en los ochenta y aprendió a leer muy pronto. Tanto, que leía a sus padres las instrucciones de los pañales. A los treinta años se equivocó de línea de metro, acabó en una misteriosa ciudad llamada Fantasiburgo y se quedó allí a vivir, entre centauros y duendes. Le gusta la música feérica y su serie favorita es Juego de Ogros.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.