A Belén, cuando era adolescente, su familia la llevó al médico porque tenía ansiedad con facilidad, porque era diferente, porque tenía una manera distinta de afrontar la realidad, porque se hacía preguntas que no parecían normales para su edad, porque tal vez se agobiaba demasiado. Les recetaron benzodiacepinas. Una droga legal. Fue así como, por prescripción médica, con el beneplácito familiar, con el convencimiento de que estaban ayudándola y la confianza ciega en los médicos, se convirtió en adicta y...
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.