La filosofía está de moda. Así que si quieres estar a la última, o simplemente darle más lustre a tu ya trabajado look de pseudointelectual, no sólo leas a las vacas sagradas de la historia de la filosofía, ¡ya estás tardando en empezar con este libro! Deja que la masa sepa que eres un marxista que ha mercantilizado a Marx, que idolatras tanto a Nietzsche que sabes que ‘así vestiría Zaratustra’, o que lo tuyo son los clásicos aunque no lleves toga. Haz que la gente te vea como un ser complejo y bohemio que lleva a Kierkeggard en su pecho o que tiene por autores predilectos a los incomprensibles existencialistas franceses.
Consigue que crean que eres un temible anarquista bakuniano que lucha a cada momento con el estado, una intelectual emponderada como Simone de Beauvoir a la que no conviene retar a un debate intempestivo o un sesudo científico a lo Sheldon Cooper que pasea a Einstein y a Newton por el mundo físico. Permítete amedrentar a todos diciéndole al vulgo que eres un intelectual gafa-pasta que comprende a Foucault y a Bourdieu… ¡alimenta tu subsconsciente con el careto de Freud en tus gayumbos o, mejor aún, pavoneate como un ser único y oscuro que está tan familiarizado con Hegel que se lo puede poner a diario para ir por la calle!
Culturízate, maquilla tu imagen de bicho raro y combina el sujeto con el objeto. Nunca los atavismos filosóficos sirvieron también para ataviar nuestra esencia personal y social a la vez. Aquí no te faltarán ideas para hilar un profuso y profundo fondo de armario… y ya no digas nunca más ‘sólo sé que no sé qué ponerme’. Y a reírse y divertirse aprendiendo… ¡Aurevoire, que dijo Voltaire!